Estados Unidos
tiene un color especial. Son geniales en aquello que se conoce como “show
business” y marketing. Capaces de convertir el aire en oro y la ausencia de
talento en un triunfo sin paliativos. Por otro lado, es importante asumir que la cara oculta
del éxito continuado es acumular un exceso de confianza. Cuando todo te va
rodado, empiezas a asumir la victoria como parte constituyente de tu ser. Es en
ese momento cuando la cosa empieza a flaquear. Tomemos como ejemplo a la mega-industria
que es Marvel. El flujo de dinero empezó a llegar a tal nivel que
pensaron que cualquier bazofia con el sello de la compañía de Stan Lee
iba a llenar las arcas. Pero no, no está siendo así y ahora la desesperanza
corre por sus venas con cierta facilidad.
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Kevin Feige, esto es infumable |