NOPE (2022)

 

Es difícil innovar, crear algo nuevo. Algunos autores lo intentan, con mayor o menor acierto, lo cual es de agradecer, aunque los fracasos cuando se trata de ser creativo son cuantitativamente más dolorosos. Es por eso por lo que pocos cineastas y productoras arriesgan con productos que puedan alejarse de lo ampliamente demandado por el gran público. Sabedores de que cualquier error puede tornar tu carrera en algo similar a la de M. Night Shyamalan, pocos planean jugarse su futuro a los dados.

Quizá por ello, Jordan Peele sobrevive en este mundillo. Toma algo de aquí y una pizca de allá, lo mezcla con algo de conflicto racial, lo agita con un solvente talento tras la cámara y lo sirve listo para degustar, vendiendo sus películas como algo a medio camino entre lo “mainstream” y lo culturalmente elevado.

"Culturalmente elevado"

Para el que esto escribe, “Get Out” o “Us” no dejan de ser películas olvidables. Con alguna buena idea y bien rodadas, pero faltas de ese algo que convierte a una película pasable en algo duradero en la memoria. Por otra parte, “Nope” es un monstruo diferente. Quizá el salto a la ciencia ficción y el plagio descarado a “Tiburón” hayan ayudado a su director que, esta vez sí, entrega una película diferente pero conocida. Distinta, aunque ya vista. Como aquellos blockbuster de los 80, parece lenta en la construcción inicial, pero acelera el ritmo en sus momentos culmen.

Como actor nos dejó "Keanu", peli con gatete adorable

La película narra las vivencias de los Haywood, una familia asociada al cine por un linaje que unió su camino a los de la gran pantalla desde sus inicios. Como domadores de caballos, los Haywood empiezan a perder el pulso ante los avances de los efectos especiales y su rancho languidece acuciado por las deudas. A su lado, Ricky Park sobrevive como puede. Otrora niño prodigio de la pequeña pantalla, su rancho de atracciones genera un buen nivel de vida para el vaquero de medio pelo. La vida de estos protagonistas cambiará cuando un ser de pesadilla empiece a atacar desde los cielos y ambos grupos de personajes se enfrentarán a su nuevo enemigo de la manera más humana posible. Por un lado, con el deseo de acumular riqueza y fama, los Haywood tratarán de conseguir la primera imagen nítida de un ser de otro mundo. Mientras, Ricky optará por añadir al monstruo a su lista de atracciones de feria.

Las escenas de acción están rodadas con buen gusto

Peele bebe de aguas conocidas. Ricky recuerda a aquel capitán Nolan de la película “Orca” (¡qué banda sonora!), un tipo que no comprende que los errores no deben repetirse y vuelve a encontrarse en el camino de la naturaleza bestial de aquello que trata de controlar y poseer. Por otro lado, los Haywood reclutarán a sus Quint y Hooper particulares y emprenderán el mismo camino que los personajes que lucharon contra el escualo que asoló Cape Cod en la antes mentada obra maestra de Spielberg. Sin embargo, pese a los lugares comunes, son de agradecer los visos de originalidad. Un monstruo nunca visto y escenas intensas generan la ansiedad suficiente como para seguir sentado esperando más, algo que no pasaba en sus anteriores películas que pecaban de rutinarias en pos de un giro final a todas luces insuficiente.

Quizá no para todos, pero creo que de momento es la mejor película de su director. Nadie estará de acuerdo con mi gusto y lo respeto. En su momento, “El protegido” me pareció lo mejor de Shyamalan, sobre todo si la comparamos con la insulsa y aburrida “El sexto sentido”. La carrera de Peele va, en cierto sentido, por los mismos derroteros. Se le aupó a hombros de gigantes tras “Get Out” y ahora nada parece suficientemente bueno. Sin embargo, esta “Nope” es una película potente. Rara al principio, interesante en su nudo y frenética en su desenlace. Merece la pena.

 

Y salen monetes asesinos, que siempre viene bien