viernes, 3 de noviembre de 2023

CRÓNICAS CHIGRERAS. MÁS CHIGRERAS QUE NUNCA

 


Cuando de chaval iba a misa, afición que con los años se fue sustituyendo por cosas más útiles como pegar pelotazos a una pared, jugar con los Transformers o leer tebeos de Frank Miller, había una plegaria que creo que se llamaba el “yo pecador” o similar. Ya saben ustedes que las religiones, independientemente del dios que se encuentre al otro lado de la oración, tienden al golpe en el pecho, el lamento y la culpa como método de control y que al final definen lo bueno como designio divino y lo malo como cacicada del pecador y golferas que se esconde en cada uno de nosotros.

Pues eso, que la Iglesia me enseñó una valiosa lección acerca del arrepentimiento (aunque la propia Iglesia no parezca practicarla), que no deja de ser una forma extrema de cambiar de opinión. Es como el narcotraficante que ve la luz, se arrepiente, y encontrándose al chaval porretas le da la chapa incitándole a salir de tal pecaminosa costumbre. Cambiar de opinión está bien, pero pontificar acerca de dicho cambio es pasarse de pesado.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...