miércoles, 13 de mayo de 2020

YO, TONYA



La verdad es que este blog, paralizado por la incapacidad de su único autor, tiene muchas historias en su debe. Muchas cosas de las que me hubiese gustado hablar a la escasa audiencia que, de vez en cuando, se asoma por aquí. Decidí tiempo atrás abandonar cualquier tipo de crítica política o social. No por desinterés. Más bien por la inhabilidad de transmitir unas ideas propias en momentos convulsos. Quizá ello explique que, en estos tiempos tan difíciles que corren, trate de guiar cada pequeño post hacia el mundo de la gran pantalla o la nostalgia de eras ajenas a la mascarilla y al guante. 
 
Si hubiese visto Hijos de los Hombres hace años, nada me habría pillado por sorpresa
Así que hoy recupero algo sobre lo que debí hablar en su momento. Una de las mejores películas de tiempos recientes. Yo, Tonya. Impagable reconstrucción de unos hechos que detuvieron el mundo en un día de Reyes de 1994.
 
El ataque a Nancy Kerrigan

jueves, 7 de mayo de 2020

LOS NOVENTA EN EL CINE. ESA ERA MARAVILLOSA.


Mientras que el elogio al cine de los ochenta es absolutamente merecido, con blogs y páginas especializadas en el mismo, para mí hay una década prodigiosa que transmutó todos los cánones del séptimo arte. Los noventa fueron, y digo esto desde un punto de vista subjetivo, la mejor década para acudir al cine. 
Stargate, amigos marvelzombies, juntó a Ultrón con Ego allá por 1994
Los hermanos Coen nos dieron al maravilloso Jeffrey Lebowski y tocaron el cielo con una de las mejores comedias de la historia. Tarantino nunca estuvo tan acertado como cuando concibió la excepcional Pulp Fiction, repleta de personajes y momentos fascinantes. Forrest Gump y el Club de la lucha nos mostraron dos imágenes especulares y opuestas del gran sueño americano. Mel Gibson gritó libertad desde la lejana Escocia mientras William Munny incumplía la promesa que le hizo a su mujer muerta. Buzz Lightyear y Woody cambiaron el cine infantil para siempre y, en una pequeña cárcel de Maine, Andy Dufresne conmutaba sus dos cadenas perpetuas por un sueño de amistad y libertad. Una década maravillosa. Adiós a los cánones del drama, el humor y la animación. Adiós a los estándares clásicos del cine. Clint Eastwood aceptaba su decadente y esplendida vejez mientras perseguía a Kevin Costner en un mundo perfecto y Clarice Starling visitaba al psiquiatra equivocado. Brad Pitt sentía escalofríos al abrir una caja sorpresa mientras Robin Williams lanzaba una y otra vez los dados en Jumanji. Estamos en la década de Jim Carrey amigos. En la que Algo pasa con Mary y Dos tontos muy tontos hicieron reír al adolescente eterno que habitaba en mí. 
 
Darkman. Porque Liam Neeson tenía una serie de habilidades concretas hace mucho tiempo
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