PREY (2022)

Vamos a ir al grano. Solo hay una película buena de Depredador. La segunda es un pastiche entretenido, pero poco más y a partir de ahí la calidad ha ido bajando hasta tocar fondo con la bazofia que Shane Black nos entregó hace unos años. La Predators de Adrien Brody era entretenida, pero era una película plana y que tomaba cero riesgos, muy alejada de la idea original del Depredador de McTiernan.

Menudo póster

Así que la posibilidad de volver a ver otro pastiche era alta. Prey no llega al nivel de la confrontación entre Dutch y el Depredador primigenio, pero es casi imposible que se vuelva a dar una película de esas características y ese nivel. Primero porque es muy difícil parir otra obra de esa categoría como película de acción, pero también porque el factor nostalgia golpea muy duro a los que crecimos con Chuache pegando voces antorcha en mano por mitad de la selva.

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Así que llega Prey, película más que aceptable y buen punto de partida. Rodada con limitaciones técnicas y (posiblemente) un presupuesto escaso, Prey se defiende bien y muestra lo que puede sin recurrir a efectos especiales infames. Las matanzas son escasamente mostradas en pantalla, los animales (como no puede ser de otro modo) son claramente producto de la informática y los saltos del Depredador de árbol en árbol cantan un poco. Sin embargo, el director de la función sabe hasta donde puede llegar y rueda con cierta soltura aquello que la película necesita. Hay cierta falta de tensión dado que hemos pasado de la cerrada selva de Guatemala a una planicie, pero ni la película pide ser una readaptación de la original ni creo que fuese exitoso tratar de hacerlo.

Billy se huele que llega una pataleta en el siguiente párrafo

Evidentemente, y los comentarios al respecto pueden encontrarse en diversos sitios dedicados al séptimo arte, el poner como héroe de la función a una chica que usa su cerebro más que sus músculos, ha desatado la furia y la ira de los elementos más reaccionarios y simplistas. De aquellos que creen que una mujer no puede defenderse de un peligroso extraterrestre porque le faltan las cualidades necesarias para ello, léase ser austriaco, pesar más de cien kilos y tener anabolizantes en vez de glóbulos rojos. Para todos ellos, solo dos cosas a recordar. La primera es que Ellen Ripley se ha pasado décadas pateando culos alienígenas. La segunda es que, pese a ser una montaña de músculos, la única salida de Dutch en su confrontación con el Depredador fue usar su mente y lo que la naturaleza le daba. Si nos basamos en eso, dudo mucho que un soldado estadounidense conozca mejor su entorno natural que un nativo americano. Quizá soy un “woke”, “snowflake” o demás mandangas que se inventen los ofendiditos de derechas que se pasan el día llorando sus penas de mierda. Si les jode que haya heroínas y mujeres fuertes en la vida real o en la pantalla, quizá el problema es que a alguno la testosterona se le cayó a niveles de ”incel”.

Se pasan el día llorando

Y tras este inciso, la película. Bien rodada. Historia simple. Un Depredador baja a la tierra a probarse a sí mismo capturando alguna presa. Parece un principiante, ya que empieza con serpientes, lobos y osos, para seguir creciendo en la escala de sus trofeos hasta dar con un puñado de comanches y franceses. En contraposición y paralelo, nos encontramos con una chica india. Ella solo quiere probar que es una digna cazadora y miembro de su tribu. Dado que físicamente no está a la altura de sus compañeros, se le asignan labores de recolección, pero se va fijando en su entorno, incorporando y aprendiendo de todo cuanto la rodea, ya sea como seguir pistas, bien como curar heridas. Nos pasaremos la película viendo como incorpora el arsenal ajeno, gabacho o alienígena, a su zurrón. El Depredador se mostrará implacable e invencible por los métodos convencionales, ya sea en el cuerpo a cuerpo o la larga distancia. El alienígena acabará con todo, incluso con el hermano de nuestra protagonista, la cual, sola ante el peligro, tendrá que dar un paso al frente y empezar a usar el coco frente a un enemigo cuasi invencible.

Algunas escenas están bien cuidadas

Buenos paisajes y alguna escena de acción interesante. Buen diseño del Depredador, con un estilo prehistórico, más primigenio. Quizá me moleste el hecho de que siempre se hizo hincapié en que los Depredadores atacan o cazan en épocas de mucho calor, algo que no sucede en esta película donde la temperatura no juega ningún rol, pero es un problema menor.

La película funcionaría mejor con un algo de Gary Busey

Después de varias películas absolutamente infames, Prey se torna en algo masticable y digno de ver. Nunca habrá nada como el original, así que no merece la pena sentarse a esperar ver lo mismo una y otra vez. Un giro de tuerca interesante. Yo apostaría por ver al Depredador visitar otras épocas. Un Depredador entre trincheras de la primera guerra mundial es mi pequeño sueño de fan. Quizá algún día. Mientras tanto, disfruten de esta película.

Parece que no soy el primero en pensarlo