Pues eso, que el
verano viene duro, que las temperaturas son extremas y el cuerpo pide paz
mientras la mente se derrite y la materia gris se escapa por los orificios
nasales. Duro verano este en el que los termómetros londinenses se enganchan a
los cuarenta grados. Para solucionar los problemas asociados con el infierno
que se ha desatado en la tierra, mi esposa y un servidor nos sentamos a ver
tres películas a cuál más diferente. No sé si buenas, o malas, o reguleras,
pero sí que de algún modo entretenidas.
LA PRINCESA
(2022)
Desde el parto de John
Wick y el advenimiento de gente como Gareth Evans, capaz de rodar
escenas de acción muy dignamente, los fans del cine de tollinas estamos de
enhorabuena porque podemos disfrutar de buenas coreografías de lucha sin que el
director de turno recurra a movimientos de cámara capaces de marear al teniente
Pete “Maverick” Mitchell. La Princesa es una película que sería un
fracaso lamentable en manos de un director incapaz. Al fin y a la postre, la
trama es sumamente sencilla. Una princesa es encerrada en una torre y debe
llegar a la base de esta para evitar que el malvado invasor del castillo
despose a una de las hijas del rey (ella misma o su hermana pequeña) y se haga
con el poder. Cual videojuego, la princesa de cuento irá deshaciéndose de
enemigos y rivales (desde el tocho con cuernos al bestia de armadura dorada) en
escenas bien planificadas y bien rodadas donde la acción puede seguirse sin
problemas. Una película entretenida, de hora y media y encefalograma plano. No
es el antes mentado John Wick ni aparece Perro Loco, pero se deja ver.
THE NORTHMAN
(2022)
Le tenía ganas a
esta película. Su director, Robert Eggers, me había dejado un buen sabor
de boca con “La Bruja”. Es evidente que a Eggers le va un estilo
de cine que no es para todos los paladares, pero ver una de vikingos en pleno
verano siempre alegra el alma. La película ha sido aplaudida por su realismo
por cuanto parece reflejar algunos de los ritos y costumbres de la época,
incluyendo los eructos y pedetes que se pueden escapar en cualquier viaje
lisérgico. En parte me creo lo del realismo y en parte me echa para atrás ver a
vikingos con el cuerpo de modelo de Abercrombie. Llámenme loco, pero no
me imagino a los norteños de la época haciendo abdominales ni tirando de ciclos
sanos para cincelar el torso. Por otra parte, el guion tira mucho de lo onírico
y lo esotérico a la hora de avanzar la trama. No tengo nada contra el uso de
este recurso de manera excepcional, pero cuando cada progreso del personaje
parece deberse a una visión, una alucinación o un viaje astral, el realismo que
se trata de imprimir a otras escenas salta por la ventana. Un poco larga, no
demasiado original, aunque interesante visualmente pese a que Eggers es
reiterativo en algunas tomas y planos.
ROGUE (2007)
Las películas de
bichos son mi perdición. Básicamente solo hay dos tipos, buenas películas con
bicho y horrendas películas con bicho. Rogue cae en el primer grupo. No
es Tiburón, ni lo pretende, pero es una película bien filmada, bien trabajada
y con un monstruo más que resultón. Un grupo de turistas avanzan por un río de
Australia para caer en el territorio de la bestia, un pequeño rescoldo del río
donde un cocodrilo enorme ataca a todo lo que se mueve. Siendo puristas, el
cocodrilo solo está en su casa echando la siesta cuando le vienen a importunar,
así que ni es malo ni lo pretende, pero iremos sufriendo el estrés de ver cómo
va devorando, uno a uno, a los diferentes personajes secundarios. La película tiene
alguna cosa interesante. Por ejemplo, resulta innovador ver como uno de los
personajes que se encuadran en la sección “capullo que va a morir
brutalmente” cambia de actitud enfrentado al peligro y se muestra como un
tío decidido y valiente que, por otra parte, muere brutalmente. Al final, el
cocodrilo que no había molestado a nadie fallece empalado, yo suelto una
lágrima y se me ha ido hora y media entretenido. No se puede pedir mucho más.
En definitiva, una
princesa pequeña y dulce que reparte mangurrinas a lo Gina Carano o Ronda
Rousey, un hombre del norte adicto a los hongos y al gimnasio y un
cocodrilo inocente que sufre el problema de la gentrificación en sus propias
carnes. Tres pelis para el verano a la espera de completar la época estival con
una trifecta formada por Pig, El insoportable peso de un talento
descomunal y Color out of space. Volveremos más NicCage que nunca.
A Eggers le va lo raruno, está claro. Esta la vi en el cine y salí, pues eso, con sensación de extrañeza. Desde luego no le van dar tanta pasta para rodar la siguiente. Respecto a "Rogue", esa empalada al croco es tan inverosímil como aquella de la surfera rubia al tiburón en "The shallows".
ResponderEliminarYo acabo de repasar "L.A. Confidential", ahora que justo he terminado "Pánico", la última novela de Ellroy. Sigue siendo una gran peli.
¿Le vas a dar una oportunidad a "Prey?"
https://www.youtube.com/watch?v=fCYr0lWvep0&t=99s
Claro que voy a ver Prey. La idea me atrae aunque yo hubiese preferido un Predator en la primera guerra mundial. Algo así como Depredador entre trincheras. La fotografía me parece un poco rara ya que me esperaría algo más oscuro y el director tampoco me inspira gran confianza, pero bien hecha puede ser algo interesante.
EliminarSí, tiene un filtro de color raro, como pastoso.
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