En 1987, hace casi cuarenta años, Arnold Schwarzenegger tenía
cuarenta años. Él era diferente y nosotros también. John McTiernan no
había pisado prisión y, contando diez años menos de los que yo tengo ahora,
parió una de las obras maestras del cine de ficción y acción. Querer volver
allí es imposible salvo que Doc nos traiga el DeLorean que inventó allá
por 1985. Los tiempos han cambiado y uno almacena memorias con cariño. Te ibas al quiosco a por tebeos, la liga tenía play-off y todavía no sabíamos que el
estanozolol iba a aguar el récord de Ben Johnson ni imaginábamos que Perico
iba a ganar el Tour. Éramos más inocentes. Pero ya llovió y se llevó esa
inocencia.
 |
| Miren al Bill del 87. Sabiendo lo que sabemos, ¿a que tiene la mirada sucia? |
Ahora ya no hay Arnolds con ese carisma, no está Jesse Ventura
con ese mostacho, no hay actores repletos de anabolizantes corriendo por la
pantalla (quizá por la que lio Ben Johnson) y no hay mucho espacio para
la imaginación porque parece que todo está visto. Así que hay que crear algo
nuevo y cuando hay que crear algo nuevo siempre te enfrentas a lo antiguo. A
todos nos gusta ese Depredador monstruoso cepillándose superhombres en
escenarios claustrofóbicos, pero cuando digo a todos, en realidad me refiero
mayormente a los cuarentones y cincuentonas que disfrutaron de ello en la
niñez. Los que van al cine hoy en día quieren otra cosa y si no, prueben a ver
la Depredador original con alguien nacido a finales de los noventa y
verán como ellos entienden el cine de acción con otros ojos. Ni mejores ni peores
(bueno, peores, qué leches).
 |
| Definitivamente, es necesario que llegue el fin del mundo |
Por eso
Predator: Badlands es otra cosa. Es una película de acción
bien rodada, bien ejecutada, bien trabajada y con una actriz principal,
Elle
Fanning, que estaría creíble incluso haciendo de
Conan el Bárbaro. Pero
no es el
Depredador de
Arnold. Lo intentaron con
Depredador 2,
con
Predators, con lo que fuera aquello que malparió
Shane Black,
pero aquella magia nunca volverá y, si se me permite, quizá sea lo mejor.
Siempre he pensado que es mejor no tocar los clásicos y que ni el más genio de
los genios va a mejorar lo que ya era perfecto. Así que lo más sano e
inteligente es apartarse de ello y probar suerte.
Badlands es divertida
como película de aventuras, como buddy-movie, como película de acción, como
entretenimiento. Se deja ver y se disfruta y todo en ella rezuma
profesionalidad e interés por crear algo nuevo y honesto. Sinceramente, me
recordó a un tebeo, aunque casi todo me recuerda a un tebeo. En 1984,
Bill
Mantlo lanzaba al increíble
Hulk a la encrucijada y lo ponía en
desventaja frente a los monstruos que allí residían haciéndolo depender de los
seres que habitaban esos otros mundos para poder sobrevivir. Y
fue hermoso y necesario para un personaje que no tenía donde ir. Creo que esa era la
intención con esta película. Hacer algo nuevo. Probar.
 |
| Convencido de que este tebeo tuvo algo que ver en el guion |
Porque en estos tiempos en los que abundan “Parques jurásicos” de
opereta, “Guerras de las galaxias” que apelan al bolsillo y no al corazón
y en el que Marvel está (espero equivocarme porque no te lo perdonaré
jamás, Kevin Feige) a punto de destrozar al que posiblemente sea el
mejor villano de la historia del cómic, que exista Badlands es una buena
noticia porque, guste o no guste, me queda la sensación que los que han
participado en la película no lo han hecho por intereses económicos ni usando
el famoso algoritmo que les dicta a las productoras los siguientes pasos a dar.
Hay un cariño y un interés por hacer algo y hacerlo bien, y me parece que es
algo digno de aprecio.
 |
| Viendo como se mueven los Predators nuevos, el que peleó con Chuache debía ser el torpe del pueblo |
Acérquense al cine, disfruten, vacíen su mente de prejuicios y no esperen
lo que nunca volverá. En aquel loco año 87 el Sporting quedaba cuarto en
liga, Watchmen deslumbraba al mundo y debutaban en la gran pantalla,
casi al mismo tiempo, nuestro querido Depredador, Robocop y los
chicos de Arma Letal. Eran otras épocas, grandes, pero tratemos de
disfrutar lo que nos encontramos hoy, y honestamente creo que este Predator:
Badlands es una película muy disfrutable.
 |
| Chuache filosofando sobre geoeconomía del medio oriente |
No hay comentarios:
Publicar un comentario