LEYENDO PROGRAMAS ELECTORALES

Elecciones autonómicas. Llega el momento de votar. Es hora de informarse y decidir a quién entregar las llaves del reino. Al fin y al cabo, es nuestra responsabilidad como sociedad elegir cuál de entre nosotros está cualificado para tomar las riendas y guiarnos. Así que me pongo a leer y me acerco a la información de aquellos más alejados de mí. Me asomo a los programas electorales y las ideas de los que no me caen bien, no me gustan, me desagradan o me desaniman. Como buen socialcomunistafiloetarrabolivarianogatoflauta, lo que piensan los míos ya lo sé, por tanto, es hora de ver qué me plantean los otros para levantar mi patria asturiana.

El primer programa electoral que reviso es el de VOX. Es como cuando vas a la tienda de tebeos y te encuentras a ti mismo hojeando y ojeando ese cómic de Jim Lee que sabes que, por estadística, va a ser una mierda con colores bonitos. Pero, aún así, vas para allá. Simple curiosidad. El programa tiene doce puntos, cortito y al pie. Como es VOX, no pueden faltar fotos de Abascal, banderas de España, la palabra cristiandad (en mayúsculas apostólicas y romanas) y una llamada a la defensa de la cultura asturiana que se basa en amparar la tauromaquia y despreciar a la lengua propia de nuestra comunidad, lengua nacida al mismo tiempo que el castellano, de padre prerrománico y a la que analfabetos e incultos desprecian por la misma razón por la que apuntan que el cambio climático es una trola y las vacunas un peligro. No saben y no quieren, doble riesgo, mitad de cerebro. Abascal y el muñeco parlante que propone para Asturias, hablan de defender el empleo estable para evitar el constante flujo migratorio de jóvenes que abandonan Asturias. Me parece magnífico y fundamental. Para ello, proponen ayudar a las empresas a las que, pobrecillas ellas, no se les permite subir el sueldo de sus subalternos (“Por ello, libraremos a las empresas de una sobrerregulación que les impide subir los salarios”). Ostentosa fantasía.

Durísima imagen de un empresario asturiano devastado por el bajo salario de sus currelas

Recordemos que el portavoz de VOX en el congreso aseveró que un mercado eficiente haría que todos nadáramos en la abundancia y provocaría que la existencia de un SMI no fuese necesaria. Claro que el señor Espinosa de los Monteros no ha dado todavía con ese mercado pluscuamperfecto. Es más, parece desconocer que el adalid del capitalismo salvaje que él propone, a la sazón los Estados Unidos de América, instauró un salario mínimo federal por hora de $7,25 (unos $1200 al mes, currando 8 horas al día, 5 días a la semana), salvo si estás en un ramo donde se admitan propinas, en cuyo caso el salario mínimo a pagar por el empleador es de $2,13 a la hora (unos $340 al mes y el resto en beneficencia). Algo maravilloso, porque el mercado se regula sólo, amigos, al menos en el caso del señor Espinosa, tan amigo del obrero que tiene que venir el Supremo a obligarle a pagar las reformas de su casa. Un pufista de manual, para los que nacimos entre el Pajares y Cabo Peñas.

Pufista, definición gráfica

Ahíto de gilipolleces de extrema derecha me desplazo un poco hacia el centro. No mucho, no se crean, no sea que me dé un desvarío trotskista. Todavía sigo entre aquellos que se quejan de que la Sirenita es negra, los Okupas son legión y de que nos comen los chinos empezando por Usera. Programa del PP para Asturias con Diego Canga a la cabeza. Este programa es largo y me empiezan a pesar los párpados. Voy a irme a la sección empleo, más que nada porque siento que Canga me suele hablar a mí, directamente. O eso creo. Dice Diego que hay que ofrecer empleo y crecimiento. Nada nuevo bajo el sol. El nuevo dueño del Sporting ofreció crecimiento, lo mismo que el anterior, y ahí seguimos a la cola del pelotón. Pero sigo. Dice el PP que los jóvenes han de retornar y yo, egoísta por naturaleza, quiero ver que plan tienen para que vuelvan los científicos con un talento desmesurado y una melena leonina como el que esto escribe. El plan maestro del PP pasa por reducir el número de asesores en el gobierno para invertir ese dinero en científicos. Hablando en plata, el PP va a dejar de dar pasta a sus amiguetes para dármela a mí. Suena a fábula de Esopo y buena prueba de ello es que el PP no lo ha hecho ni en Castilla y León ni en Andalucía.

¿Harvey Dent negro? Malditos woke de 1989 y la dictadura de Bill Gates

Pero vamos a creer, y supongamos que el PP corta a la mitad el gasto de 4,7 millones de euros anuales en asesores (es una burrada, si se me permite) del gobierno del Principado y destina unos 2,5 millones a ciencia. Según el portal de transparencia del Principado, se invierten al año unos 36 millones de euros en investigación y desarrollo tecnológico (parece que 34 millones van directos a la Universidad de Oviedo). Por tanto, el plan de Canga es incrementar esa cantidad en un 7% con la idea de atraer nuevos científicos. Supongamos que me quieren captar a mí. Hagamos números. En 2023, la inversión en mi laboratorio en Londres es de más de un cuarto de millón de libras a los que habría que añadir unas £175.000 en salarios. Es decir, traer a un tipo como yo a Asturias y mantener un laboratorio similar al que en estos momentos ocupo costaría en torno al medio millón de euros anuales. Obviamente los precios y costes de la vida son menores en Oviedo que en Londres, pero ese dinero que Canga propone, esos dos millones y medio, ¿cuál es su impacto real? Quiere atraer talento, pero pagarles en cacahuetes o explicarles que no tendrán acceso a equipamiento básico y ser competitivos, convirtiendo esta llegada de talento en pan para hoy y emigrantes para mañana. No nos cuente milongas, señor Canga. Ojalá volver a Asturias fuera tan fácil, pero no me mienta a la cara. Crear una red de investigación y desarrollo cuesta tiempo y dinero, no promesas vacías. No desconfío sólo de usted, es que en España importa más tomarse una caña al sol que la inversión en I+D. Hoy por hoy, lo que tiene que hacer Asturias es proteger el talento que ya tiene en ciencia, que es vasto, y dotarle de herramientas para crecer. Los que estamos expatriados ya no vamos a volver. Háganse a la idea y dejen de usarnos (usted y otros) para sumar cuatro votos (o menos).

Científico asturiano en el MIT echando de menos la tierrina

Así que llegan las elecciones y los grandes partidos de derechas nos ofrecen toros y migajas. Evidentemente, el que quiera que compre. Siendo sincero, no me apetece leer el detalle de lo que me vendan desde la otra banda. Lo mollar ya me lo sé y lo que propongan muy malo tiene que ser para quedar por debajo de esta chapuza. Vayan y voten, escojan y elijan a sus representantes libremente, pero infórmense, por favor. Todavía recuerdo una conversación con un tipo cuya familia votó a favor del Brexit teniendo una tienda que vendía productos españoles (Spandeli). Llegó el Brexit y se arruinó la tienda. Luego, la culpa fue del chachachá, del éste y del Boris, pero no nos hagamos trampas al solitario. Es nuestra responsabilidad.

Adenda (A lo José María Izquierdo). Leo una entrevista a Diego Canga en La Nueva España y observo como uno de los cachorros de las Nuevas Generaciones Populares, a la sazón abogado de 31 años, se pregunta como es que los jóvenes asturianos más preparados migran hacia zonas geopolíticamente conservadoras, como Inglaterra, Alemania o Madrid. El muchacho da a entender que el sistema capitalista funciona por cuanto todos nos mudamos a donde mana el dinero huyendo de la hoz y el martillo. Sin embargo, creo que la cara B de esta cuestión es comprender que nuestra región asturiana y socialcomunista (en la que según ellos nada funciona) tiene una estructura educativa capaz de formar profesionales tan competentes como para marchar a las capitalistas patrias del oropel y la gloria y ocupar los puestos de trabajo más cualificados. A ver si va a ser que en estas tierras liberales y libertarias, alemanas, madrileñas y británicas tan alejadas del socialgolpismo astur, no están formando a sus chavales adecuadamente…