LEYENDO EL PAÍS UN DOMINGO CUALQUIERA

 

El diario El País se ha molestado recientemente en hacer un estudio sociológico. A lo Gonzalo Pizarro, la expedición de periodistas del periódico cabecera del grupo PRISA, partió hacia los territorios inhóspitos de Castilla y León en busca de explicaciones a una pregunta tan simple como necesaria ¿Qué lleva a un tío de un pueblo de Zamora a votar a VOX? Honestamente, puestos a buscar, un buen trabajo de investigación habría sido localizar a alguno de los 1344 palentinos, vallisoletanos o zamoranos que siguen votando al PCTE. Eso sí que habría tenido mérito. Pero no, El País trata de encontrar a votantes de extrema derecha en un territorio clásicamente inclinado a ese lado. Lo que en principio no parecía aventura digna de mayor mérito ha conseguido traernos a las páginas del periódico algunas joyas de la literatura y la sociología modernas y no es cosa baladí mezclar dos campos del conocimiento tan aparentemente lejanos.

Para empezar, el programa electoral de VOX para Castilla León era escueto y comprimido. Por poner un ejemplo, tras 35 años gobernando, el PP proponía mil nuevas medidas para mejorar la comunidad en un documento de más de 130 páginas. Por seguir en la derecha del espectro político, Ciudadanos llevaba 162 propuestas, así que VOX optó por desmarcarse de esta tendencia y presentó un folio (por las dos caras, eso sí) con 10 ideas que van desde lo sublime hasta lo maravilloso.

Ejemplo de dichas ideas para revitalizar Castilla. “Garantizar la prioridad de los españoles en el acceso a las ayudas sociales”. Esto es importante, puesto que todos sabemos que los magrebíes y peruanos colapsan nuestros sistemas y más en territorios tan bulliciosos en lo económico como Villaviudas o Bernuy de Porreros. La ley de Extranjería, por otra parte, recoge en el artículo 14 que para acceder a todo el catálogo de prestaciones de la Seguridad Social es necesario tener residencia legal en España permitiéndose, a los llegados de manera irregular, tener acceso a servicios sociales básicos como la sanidad. Es decir, se permite que un africano llegado en patera tenga el mismo derecho a ir al médico en España que un inglés borracho tras su último balconing allá por Magaluf. Los otros puntos del programa de estos muchachos se centran en el daño que PP y ¿PSOE? han hecho mientras gobernaban Castilla y León. Mención especial al punto 9 en el que se acusa al PP de grupo progre e izquierdista. Magnífico.

Pero ¿Qué razones dan los votantes de VOX para depositar su confianza en este grupo político? Veamos. Uno de ellos dice que “En el tema de la seguridad: te permite tener una pistola por si alguien entra en tu casa y quiere violar a tu mujer”. Muy bien, el vivir acojonado siempre ayuda. “No puede ser que los moros tengan todo. Las ayudas son para ellos y mi hija no tiene nada.” Un clásico. Busquemos otras opiniones. Un chaval vota a este grupeto porque “a mis padres les gusta la caza” y otra se queja de los okupas, de ETA y de los separatistas. Es decir, en plena Castilla vacía se queja de que hay gente, de un grupo terrorista que cesó su actividad más de 10 años atrás y de que algo pasa un poco para abajo de los Pirineos. Razones todas de peso a la hora de escoger un representante político en Trobajo del Camino.

Así que, culminado el trabajo de estos periodistas documentalistas, nos queda a las claras que la gente que entrevistaron y que eligieron a VOX como grupo político que mejor les encarna, no tienen ningún reparo en aceptar que todos los problemas de Castilla vienen de los moros, los catalanes, el movimiento vasco de liberación (Aznar dixit) y los okupas (seguramente homosexuales, pero violadores todos ellos). Me llama la atención que uno de los entrevistados rememore a sus ancestros señalando que “Echo de menos algo de lo que me enseñaron mis abuelos, algo de aquellos tiempos: un país con más orden, más respeto y más educación”. Los abuelos son fundamentales. Los míos me enseñaron a estudiar, trabajar, respetar a los demás y responsabilizarme de mis errores.

Claro que hay políticas que deben cambiar y situaciones que nos perjudican cada día, pero si gastamos el tiempo culpando al de al lado de todo lo que nos va mal en la vida mientras esperamos pistola en mano a que entren por la ventana a violar a nuestra familia, poco vamos a hacer por mejorar la situación. Es evidente que Castilla y León puede y debe cambiar facilitando la vida de los que la habitan, pero mientras se intente tapar la Luna con el dedo, poca esperanza queda. Quedo a la expectativa de que El País entreviste a los votantes comunistas de la zona. Estaría bien cotejar opiniones. Simple curiosidad.