Una poderosa gripe estival obligó a retrasar
esta semana la visita al chigre sportinguista. Tampoco habrá que fiarse mucho
de lo aquí escrito puesto que presencié el partido del sábado presa de los
malditos virus y en una transición constante desde la semi-inconsciencia al
estado comatoso.
A ello contribuyó uno de esos partidos que
dicen que gustan a los entrenadores. Férreo, disputado, trabado y complicado.
Sin embargo queda claro a que quiere jugar Abelardo.
Aguantar la posición y salir. Intentar matar pero sin bajar el escudo. Una
táctica espartana que requiere de la implicación total de los hombres al mando
del Pitu. Que conste que tras
presenciar un tiempo el encuentro entre Roma
y Juventus, un clásico del Calcio,
no noté grandes diferencias entre las propuestas de los laureados clubes
italianos y la del Sporting. En el
partido disputado en el Olímpico de Roma pudimos observar como los
planteamientos defensivos llegaron a causar un choque entre los dos puntas, a
la sazón Dzeko y Mandzukic, en una disputa en el círculo central.
Otro ejemplo de este fútbol que se desarrolla
actualmente fue la continuada persecución a la que se vio sometido Illarramendi, flamante fichaje
donostiarra, por un Cases que, al
descanso, a punto estuvo de entrar al baño tras el ex-madridista. Sacrificar
una pieza para eliminar otra. Esa es la idea que veremos en muchos partidos del
Sporting. No la estoy criticando. En
gran medida es entendible. Es el fútbol de ahora, más táctico que otra cosa y
donde cada punto vale oro salvo que seas el Madrid o el Barcelona.
A Anoeta salió el Sporting con los mismos que
pararon la máquina de los millones de Florentino
Pérez. La idea de mantener el marcador en cero a cero, estuvo a punto de
saltar por los aires al principio del partido en un balón de Jony al que no llegaron ni Guerrero ni Carmona. A ambos les falta un punto de velocidad para disfrutar de
la primera división. Esa jugada fue el primer y último acierto de Jony durante el partido. Sin embargo, y
la salida de Halilovic ayudó a demostrarlo,
el Sporting es un equipo que cae a
la izquierda con facilidad. Puede que por la presencia ofensiva de un lateral
enorme como Isma o por el escaso
acierto de Lora en el momento de dar
un paso adelante y pasar a la ofensiva, pero durante un buen rato, la perla
croata no apareció. Cuando lo hizo dejó la sensación de ser un jugador
peligroso, pero todavía es pronto para aseverarlo.
Atrás lo de siempre. Cuéllar alocado en sus salidas pero dejando un paradón de otra
época en una jugada anulada por fuera de juego. Bernardo inconmensurable y Luis
haciendo su trabajo de la mejor manera. Como nota decir que, o mucho me
equivoco, o Luis solo hizo un saque
de banda en todo el partido. Lo introduzco como una señal del escaso juego de
ataque rojiblanco. En el medio, el pivote Nacho/Sergio
luchó cada balón pero no contribuyó en exceso en la construcción. Carmona miró más hacia atrás y Jony siguió peleado consigo mismo. Ya
lleva varios meses así. Los de arriba casi no la olieron. Guerrero deja un reguero de lucha y sangre mientras que Sanabria parece mostrar una mayor
calidad y un repertorio de fútbol diferente. El problema es que ambos se alejan
mucho del lugar donde pueden hacer daño. La sensación es que para aprovechar
las pocas ocasiones generadas igual viene bien un ratonero del área como Castro. Los cambios fueron más para
mostrar el nuevo arsenal que para otra cosa. Mascarell parece un futbolista serio y un buen refuerzo y Halilovic tiene que hacer valer su
nombre más adelante. Muñiz salió a
pasear la pierna izquierda, en mi opinión cada vez más innecesaria si sobre el
césped están Cases o el croata y Juanín sigue con esa apatía y esa
indolencia.
Por cerrar. Otro punto al zurrón y a esperar
al Valencia. La primera división ya
sabe que golear al Sporting va a ser
cuestión de que los astros se alineen. Es decir. Si CR7, James, Messi, Neymar, Suárez, Jackson y Griezmann tienen el día, todo puede pasar, pero perforar la meta
rojiblanca no va a ser un camino de rosas. Otro factor es que las lesiones
empiecen a golpear a una plantilla corta de efectivos en según qué zonas.
Mientras, para determinar el verdadero nivel del equipo tendremos que esperar a
ver un par de cosas. Primero habrá que saber el verdadero nivel de las
incorporaciones, y segundo observar que ocurre cuando el Sporting se mida a esos equipos que pertenecen a “nuestra
liga”.
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