Al final lo han conseguido. Llevo semanas
tratando de ponerme ante el teclado por una buena razón. Hablar de buenas
películas (como Tomorrowland, con el
director de Los Increíbles a los
mandos), de grandes películas (dedicarle una entrada a Mad Max: Fury Road debiera ser obligatorio), o de brillantes
traslaciones del papel del comic a la pequeña pantalla (Daredevil, la serie del abogado ciego de la cocina del infierno ha
sido la mejor serie del año con diferencia).
Sin embargo me enfado, me crispo y me
retuerzo y, aunque llevaba tiempo sin hacerlo, toca meter mi regordeta nariz en
temas serios, muy serios. Tan serios que suenan a broma de mal gusto. Y si no
es así, ya me dirán ustedes. Porque creo que cada día está más claro que las
cúpulas organizativas, de ésta y otras muchas naciones, están plagadas de
humoristas de nivel. Los dirigentes políticos, sociales y hasta morales se han
quitado la careta de Immortan Joe y detrás ha aparecido el rostro de Joaquín Reyes. Lo que leo no tiene otra
explicación.
Porque creo que conceptos como democracia,
opinión y libre albedrío, son cosa del pasado para muchos de los que se auparon
a sus posiciones de poder vanagloriando esas mismas ideas que ahora pisan.
Pongamos unos ejemplos rápidos. Así al azar. Del diario de hoy. Ese que no
hablaba de mí ni de ti, ni de las manchas que deja el olvido a través del
colchón, pero que al mismo tiempo nos afecta a todos de una u otra manera.
Como primer ejemplo aparece Pietro Parolin, secretario de estado del
Vaticano. Secretario de estado de un país, no lo olvidemos. El bueno de Pietro abre la boca a mayor velocidad
que su tocayo Pietro Maximoff y
critica el hecho que un 62% de los votantes irlandeses hayan apoyado el derecho
de los homosexuales a casarse si así lo desean. Como muchos, parece que el
bueno de Pietro entiende que es una
auténtica barbaridad el permitir que dos personas que se quieren de manera
libre y consciente se casen. A veces me deja un extraño sabor de boca este tipo
de opiniones. Dice Pietro que esto es
una derrota de la humanidad, pero no nos da a conocer la causa de su
razonamiento ¿Nos lleva a la extinción como raza? ¿Ahora que el matrimonio gay
es libre, todos seremos homosexuales? Dice Pietro
que un 62% de los que acudieron a votar libremente en Irlanda han votado contra
su condición humana, contra la razón lógica, contra lo evidente y por tanto,
dice Pietro que hay un 62% de
irlandeses que, básicamente, están como el ganado, porque para él es tan
evidente el barbarismo cometido que no se molesta en explicarlo. Yo le digo a Pietro que su opinión es tan válida como
la de aquellos que opinan que la tierra es plana, que Adán y Eva fueron el
principio de todo o que Arbeloa es
uno de los mejores laterales de la historia. Opiniones válidas, pero cuando se
tira del hilo detrás de esa opinión uno encuentra que no hay ovillo que la
sostenga.
Claro que para ovillos Esperanza Aguirre. Qué señora. Le encanta liarse, enmadejarse,
enmerdarse y embarrarse. Si es que es como puerco en lodazal. Charco que ve,
charco en el que se mete. Eso sí. Sale sin mácula. Sus compañeros de travesuras
no suelen tener tanta suerte. Mira a Granados
que iba de digno, dónde anda ahora. Por poner un ejemplo de malas compañías,
simplemente. Pero dice la demócrata señora Aguirre
que Manuela Carmena llega a la
alcaldía madrileña para romper el sistema democrático y occidental (sea lo que
sea eso). Carmena, cuyo historial
está ahí para el que lo quiera leer, no deja en sus declaraciones poso de ser
una antisistema de manual, de esas capaces de hundir la cultura occidental como
si fuera Aníbal, Atila, Fu-Manchú o el mismísimo Conan
de Cimmeria. Es una señora con una ideología, unas maneras y unas posturas
contrarias a las de Esperanza. Y eso,
a los amantes de la democracia, pues como que no les gusta. No disfrutan cuando
alguien viene con ideas diferentes, con estilos contrarios, con visiones
contrapuestas. Porque una cosa es ser un demócrata de casta como Esperanza y otra ser gilipollas. Porque Manuela Carmena obtuvo un 32% de los
votos madrileños. De madrileños que quieren acabar con el sistema occidental.
Supongo que con la proliferación de establecimientos chinos en Madrid, esto
tenía que ocurrir y, al final, oriente devorará a los perros occidentales. Claro
que eso a Espe le jode. Que alguien
que no sea ella se haga con sus dominios le quita el sueño y observa que el
mundo se hunde. Pero el suyo, no el nuestro. Carmena y Aguirre, tienen
el mismo derecho a gobernar conferido por el sistema democrático elegido. Un
sistema que parece que a Aguirre no
le acaba de convencer. Va a ser un error eso de dejar que opine el populacho.
Porque el populacho opina, y a veces silba o abuchea aquello que no le gusta.
Silba un himno, por ejemplo. No seré yo el que apruebe eso de silbar el himno
de un país. Es duro salir un día de fiesta y que alguien te diga, por el mero
hecho de ser asturiano, aquello de “Vamos
a cantar el himno de Asturias, el de los borrachos”. Me parece una falta de
respeto a mi himno y a mi tierra. Pero no llamo a la policía. No sabía que era
ilegal. Y resulta que sí. Parece que el marco jurídico reporta que pitar el
himno de España es ilegal. Una falta de respeto sí, lo sé, pero ¿ilegal?
Supongo, que el himno de Asturias, tierra enmarcada geográficamente en
territorio nacional español, será respetado de igual manera ¿O no? Posiblemente
no. Es lo que tienen los nacionalismos mal entendidos. Solo respetan una parte
de la ecuación. Normalmente la que queda a su lado del igual. Pero el hecho
sangrante es que si el público que acude a Barcelona a ver la final pita,
sancionarán a Barcelona y Athletic de Bilbao como responsables (Lo pone el MARCA, así que fíate tú). Vamos, que
dan a entender que yo pito al himno, no por convicción, porque esté borracho,
sea un garrulo, me deje llevar, sea republicano o tenga sibilancia crónica. Es
que me han comido el coco Bartomeu y Urrutia. Estaría cojonudo que en una
final Athletic de Bilbao-Murcia (Pongan también como rival de los vascos al
Valladolid, Ejido, Eldense…), sancionaran a los murcianos por secesionistas y
antinacionalistas. Sería la repanocha. Supongo que si alguien, desde el público
llama “puto vasco” a Aduriz o “catalán de mierda” a Piqué,
o incluso “sudaca” a alguno de los delanteros del Barcelona, pues no sé, por
dimensiones, si pitar una canción es multa, faltar al respeto a un ser humano
¿qué es?
Claro que estamos en un país donde se
desahucian ancianas para entregar su dinero a bancos mantenidos por esas mismas
ancianas y demás familia. Donde la policía entra en Atocha tolete en mano
repartiendo sin preguntar. Donde el dinero vuela y desaparece en las carteras
de los de siempre y vale más tener una tarjeta black y un contacto en el sitio
adecuado que un currículo plagado de conocimientos. Es lo que hay, y al final,
según Pietro, Esperanza y Cardenal, es
culpa nuestra por ser unos borreguitos sin cabeza.
Solo que a veces los borreguitos salen por
donde menos se lo esperan los pastores.
Nunca me podría imaginar que Espe demostrara publicamente ese mal perder agónico y que ahora quiera acostarse con el PSOE para echar a la alcadesa electa. Una pataleta de niña de 63 años. Yo cuando pierdo al fútbol (que suele ser a menudo) no intento anular el partido ni fichar por el rival en el descanso. Acepto la derrota con deportividad e intento arreglar errores para ganar en el siguiente encuentro. Lamentable, tan lamentable como el señor Pietro. Ya lo dicen "la pederastía tiene Cura".
ResponderEliminar¿Por cierto que tal Tomorrowland?, que no me llama la atención pero tu sabiduría fílmica me ha hecho cambiar de opinión. Un abrazo!
La amiga Espe dice que solo quiere evitar que gobierne Carmena. No sé si es mal perder, ir de salvapatrias o simple psicosis. Lo que imagino es que, si yo voto a PP para que pacte con ¿el PSOE? me sentiría defraudado.
EliminarTomorrowland no es una obra maestra pero se deja ver. Otra cosa es que a mi me encantan esas películas en que se viaja a otros mundos o dimensiones, más imaginativas, bonitas o lo que sea, pero que luego resultan oscuras e inquietantes. De pequeño me enamoré de Dentro del Laberinto y Planeta Imaginario (en la tele) y hasta ahora.
Otro abrazo.
La cabra que dice yeah es maravillosa
ResponderEliminarLo es, de hecho.
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