Al final llegó la Ride for Roswell un buen sábado de Junio. Y con la Ride llegaron nubes de tormenta.
Con una preparación física que se balanceaba entre
lo execrable y lo inexistente me dispuse a partir hacia la salida de la ruta de
45 millas. Allí había quedado con mi compadre Willy, otro exiliado más en tierras norteñas. Willy sigue esa tradición bien patria que consiste en llegar tarde
por defecto. Como si fuera Fernando
Alonso, tuve que hacer un pit stop a escasos quinientos metros de la salida
para esperarle mientras uno de los jueces de carrera no daba crédito a las pequeñas
tropelías de esos dos españoles que estaban retrasando su
incorporación al pelotón.
Así que iniciamos ruta con un pequeño
retraso. Claro que mi compañero es uno de esos bicicleteros que se dedican a
pasear por el Gran Cañón del Colorado cuando no hay cosas mejores que hacer y
me llevó durante bastantes kilómetros con la lengua fuera, aunque rápidamente nos
unimos a la marcha y a los grandes grupos. Pero este año había trampa.
Maldita sea, ¡Cuestas! Y de las que van para
arriba nada más. Hace años podía subirme el monte Naranco en poco más de veinte
minutos. Que sí, son escasos seis kilómetros y el desnivel máximo ronda el 8%,
pero estaba muy orgulloso. Claro, tenía la mitad de años y unos treinta kilos
menos, que quieras que no, ayuda a tirar para arriba. Pero si antes tenía
cierto aspecto de escalador, ahora mi cuerpo ha adoptado otro formato. Lo que
viene siendo gordaco hambriento pechibajo. En cuatro días tengo la papada como Vin Diesel.
Inciso. Fast
and Furious 7 es la peor película que he visto en años. Que ruedes una
película con Jason Statham, The Rock, Ronda Rousey y Tony Jaa y
no saques una escena de lucha digna es para morirse. Pero es que comparar
cualquier persecución de esta atrocidad, no ya con Mad Max, sino con la anterior entrega de los cochecitos voladores
de Vin Diesel, genera poco menos que
vergüenza.
¿Por qué en Fast and the Furious, cuando hablan en grupo, se ponen en línea mirando a poniente en vez de hacer un corrillo como todo Dios? |
El caso es que, y volviendo al mundo real,
cubrimos la mitad del recorrido sin sobresaltos. Hicimos una parada para
recargar energía y comer unos bocatas de mantequilla de cacahuete y mermelada
que dan más vigor que el cuerno de rinoceronte molido. Luego arrancamos y el
diluvio llegó a Buffalo.
Menú del día |
En plenas Akron Falls nos pilló una chupa de
padre y muy señor mío. Entre las gafas y el sudor ácido que me entraba por los
ojos me pasé un buen rato sin ver un pijo y pudiendo causar decenas de accidentes.
Encima el compañero de ruta sintió el apurón y me llevó a ritmo de persecución
otro poco hasta que vio como empezaba a desfallecer. Cumplimos las 45 millas
(en torno a los 72 kilometrejos) en algo menos de 4 horas lo cual no está mal
si entendemos que paramos a por mantequilla de cacahuete y mermelada otro par
de veces más (y que los primeros quinientos metros los hicimos en casi veinte
minutos por el problema de tardonismo antes relatado). Pero el tiempo no era lo
importante, una vez más.
Este año Roswell Park ha recaudado cuatro
millones y medio de dólares a base de donaciones. Una gran cantidad de dinero a
la que han colaborado el señor Kike,
mis papas y mi esposa. Ya que los donantes, son oviedistas, salvo mi mother (corre
la leyenda de que mi madre es del Betis, igual por eso soy yo tan de cantar por
soleares), y en virtud del ascenso del Sporting y de las recomendaciones
ciclistas del amigo Pol, me hice la ruta de rojiblanco. En rojiblanco por
fuera, por dentro el motor iba requemao.
El ambiente se deslució con la lluvia. La
gente acabó la ruta y se retiró, en su mayoría, a sus aposentos y lo festivo se
perdió. Aun con todo, ningún reproche ni queja. Otro año disfrutando, y los que
vengan. De verdad que merece la pena. Es cierto que el sol ayuda y permite centrarte
en las historias anónimas que te rodean. Otros años tuve más sensación lúdica
mientras que éste parecía que todos estábamos deseando huir de la tormenta. El
año que viene espero repetir, aunque en mejor forma.
Mierda, no vi el camión de los donuts |
Felicidades!!! Esperaba una foto romperadora en la meta con la cara desencajada, pero la crónica está muy bien. Siempre es un placer ayudar en este tipo de esfuerzos deportivos-lúdicos por una buena causa.
ResponderEliminarLo suyo es que hubiéses salido con la camiseta del oviedin en honor a tus patrocinadores, ya te la mando para el año que viene....
Por cierto, mándame tu dirección de correo que te comento un tema para Agosto, me puedes escribir a enriquemartinezgil@gmail.com.
Un abrazo
No me han hecho foto en línea de meta, pero la que pongo es casi casi. Iba muy muerto, no lo voy a negar. No estoy en forma física, hay que empezar a aceptar el declive.
EliminarLa camiseta del Oviedo la tengo. Ahora la usa mi señora cuando jugamos al fútbol, que estoy enseñándole. En cuatro días ya se pone al nivel de Lacatus o del Chuti Andrades.
Sí que vas cascadete en la foto, pero joder, 72 kilómetros...¡Casi nada! Pero vamos, aún no luces tan viejuno como Arnie en la nueva Terminator. Y firmó para una trilogía. Supongo que la tercera parte ya la rodaran con un cyborg de verdad.
ResponderEliminarCierto lo del pie de foto de Fast and furious. Es una falta total de respeto eso de no mirar al que te está hablando.
A ver cuándo te animas a una reseña de la gloriosa "Mad Max: fury road".¿Por que habrán tardado tanto en Hollywood en sacar algo semejante?
No iba cascadete, iba moribundo. Gracias que ya llevaba una inercia porque si me paro ahí me quedo.
EliminarLa nueva de Arnold la doy por vista aunque es cierto lo que dices del cyborg. Para mí que no harán muchas más dada la taquilla de esta.
Fast and the furious 7 es lo peor que me eché al careto en años. Está a la altura de Spiderman 2 o la segunda de los vengadores.
Mad Max es un peliculón. Ya la vi 3 veces. El caso es que no conozco a casi nadie que la haya visto y le guste. Aquí en los USA la gente va a ver a Adam Sandler antes que Mad Max.
Por aquí la peña dice que "Pssse, no está mal, pero..." Pero nada, señores (a las señoras no les gusta, y eso que tiene un toque feminata), la nueva de Max el loco es casi una obra maestra. O sin casi.
EliminarBueno, sí hay alguien a quién le gusta la última Mad Max, y es precisamente a mi señora, adalid del buen gusto.
EliminarEres el Mario Cipollini de Buffalo. Y lo sabes. :-D
ResponderEliminarTenía el maillot de tigre en el tinte, que si no...
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